Con viento en popa a toda vela, el CD Toledo no hizo prisioneros durante su cita en el Municipal de las Pedroñeras y, en una actuación chorreante de pundonor, espoleados por Santaelena e imprimiendo el carácter que de nuevo hace salivar y fantasear con el ascenso al aficionado, materializó la sexta conquista consecutiva que le hace sumar 19 de los 21 puntos repartidos hasta la séptima jornada liguera.
En las concentradas instalaciones que acogen al CD Pedroñeras, de aforo reducido pero envueltos en las arengas de un público entregado a escasos pasos de la línea de banda, el equipo verde —que lució su segunda equipación para la ocasión—, puso en valor su condición de rival a batir de la categoría y no se dejó amilanar por el bramido general proveniente de la grada.
A la primera tentativa errada que corrió a cargo de los locales, en el minuto ocho un enrachado Pepe Delgado añadió el 0-1 tras un saque de esquina teledirigido de Piochi; una práctica ensayada con mimo que está provocando males de altura a los adversarios de forma habitual.
La bien ejecutada estrategia confirió al club toledano algo de resuello que, en una faceta todavía a pulir, le costó sucesivas oleadas de peligro hacia su portería, las cuales, entre la falta de puntería de los ajeros y una soberbia manopla que Dani Simón envío más allá del travesaño, murieron sin que el marcador sufriera ninguna modificación.
Después de haber mantenido a raya las acometidas rivales, y antes de que el colegiado señalara el camino a vestuarios para la pausa, el jugador local Eteme se ganó la roja directa por una aciaga entrada a Tamayo, quien, renqueante y con molestias visibles, acabó sustituido de modo preventivo.
En la reanudación, el CD Pedroñeras dobló la apuesta y, volcados a la ofensiva, inició un contragolpe nacido de una infracción no penada por el árbitro que, una vez Simón ya había sido superado, tuvo que ser repelido bajo palos por la zaga toledana. En el 66´, Stevens repartió el balón de oxígeno que necesitaban los suyos para amarrar los tres puntos y, libre de marca, Kofi irrumpió en el área chica para levantar el vuelo y propinar el testarazo de la tranquilidad.
La renta de dos goles fue una losa demasiado maciza para un CD Pedroñeras que en los retazos finales se salvó de una margen mayor, pero que sucumbió al oficio de un cuadro visitante bien guarecido que ya ha de pensar en el CS Puertollano.
David Vargues