Frente al CD Tarancón, la historia de la semana predecesora volvió a repetirse pero, para desdicha de los visitantes, ahora les tocaba a ellos remar a contracorriente durante la friolera de 75 minutos tras la expulsión de Yelco en el 15´: el guardameta, ya fuera del área de castigo, detuvo el balón cedido por Luna con el brazo en lo que pretendía ser una salida para repeler una amenaza leve a su puerta.
A desmano y con el obligado cambio de Pepe Delgado para dar entrada a Dani Simón, pasando a dos líneas de cuatro y Mazzocchi como punta de lanza y encargado de iniciar la presión.
Hasta el intermedio y pese a la inferioridad, el conjunto granate mantuvo la compostura y, fiel a su impronta, lejos de parapetarse en campo propio y renunciar a la victoria, se prodigó en ataque incluso por vía de los laterales; precisamente, fue Stevens el que, en la recta final, recibió el esférico en disposición de probar fortuna, pero decidió buscar una asistencia que malogró la zaga rival. Con el mismo afán de merodear la portería de Sergio Pérez se reanudó la segunda mitad. En el 48´. un envío bombeado a cargo de Angelito en dirección al pico del área opuesto iba a estrenar el marcador: mientras después del bote la pelota le impactaba en la mano a un defensor taranconero y se hacía el caos en sus proximidades, el ímpetu de los centrales toledanos para capturar el rechace obtuvo recompensa y Luna, escorándose a su perfil zurdo, dibujó una parábola inalcanzable.
A partir de ahí, los estragos físicos causados por llevar con uno menos casi todo el encuentro y la honrosa actitud de no dejar dormir el choque con sucesivas y agónicas pérdidas de tiempo, fueron inclinando la balanza para los locales. Beltrán, con un testarazo por encima de los palos, puso sobre aviso de lo que estaba por venir.
A la hora, la rápida y precisa combinación de los atacantes blanquiazules, con un pase filtrado al costado izquierdo y una asistencia apurada en línea de fondo, derivó en el tanto del empate de Jorge.
Ya apurando la gasolina que todavía alimentaba el tanque toledano, Kofi obraba sus filigranas y daba trabajo a un Leyva que se empleó para alcanzar a neutralizar su tiro al poste lejano. Al poco, los de casa confirmaron la remontada con Machuca inventándose en el 70´ una espléndida acción individual, con la que sorteó en última instancia a Simón y mandó a la red a placer el gol de la victoria.
Con más corazón que acierto, el CD Toledo trató de exportar un punto que habría resultado muy positivo dado el cariz que había adquirido su desplazamiento; sin embargo, el que estuvo cerca de plasmarse fue el tercero del CD Tarancón. Próxmo semana, el Villarrubia CF asoma en la distancia.
David Vargues